sábado, 24 de septiembre de 2016

Las "pautas" en psicoterapia.



    A veces las personas que vienen a la consulta piden que les dé “pautas” de comportamiento para solucionar sus problemas. Yo prefiero ofrecerles ayuda para descubrir sus propias pautas.
   
     La mayoría de las veces tenemos la suficiente inteligencia y formación como para descubrir nuestros modos de actuar más adecuadas y eficaces; lo que nos impide ser conscientes de ellas y ponerlas en práctica es ser el temor a equivocarnos, a ser diferentes y no aceptados, a quedarnos solos, o no haber crecido con la sensación de que nuestros criterios son válidos. 

    Otras veces hay gran confusión en cuanto a las necesidades, gustos y preferencias propios. Algunas personas acuden a la consulta para que alguien, que suponen que lo sabe todo, les diga cuáles son o deberían ser esas necesidades. En ese caso también prefiero ayudar a la persona a conocer más su mundo interno: reconocer sus deseos, sus inclinaciones y contrastar todo eso con sus capacidades reales y limitaciones tanto  internas como externas.

    También puede ocurrir que estemos instalados en una actitud de dependencia, infantil. En este caso creo que lo que se necesita es que te ayuden a ser consciente de esa actitud y buscar tus propios recursos y puntos fuertes. De lo contrario, siempre estaríamos a expensas de alguien que nos guíe. Aquí se podría aprovechar la terapia para desarrollar la sensación de ser capaces de resolver nuestros problemas, que por alguna razón no se desarrolló. Si, por el contrario, se le ofrecen a la persona “soluciones” a sus problemas sin haber sido consciente de este mecanismo en que está atrapada, la reforzaremos en la idea de que ella no es capaz de encontrar sus propios recursos.

    Dar excesivas pautas de comportamiento implica la creencia de que solo hay una forma de encarar las situaciones difíciles, y el psicoterapeuta supuestamente la conoce. Prefiero dejarme sorprender – y que se sorprenda la persona que está en terapia- por esas diferencias individuales que logran soluciones tan creativas y eficaces, y que no están en los manuales.  

    La psicoterapia como yo la entiendo persigue algún tipo de cambio interno, seguido de cambios en la conducta- por haberse comprendido y aflojado los bloqueos que impedían desarrollar esos comportamientos más eficaces-. Si se aconseja a la persona qué hacer con un conflicto se pierde la valiosísima oportunidad de que saque a la luz sus propios recursos, únicos en cada uno de nosotr@s, y que aprenda a ser ella misma con sus peculiaridades. También se corre el riesgo de que cada vez que haya una situación difícil en la vida, tenga que pedir ayuda profesional. Ayudar a la persona a descubrir sus propios recursos puede ser una tarea más larga pero, si está bien planteada, permite que cuando termine la relación terapéutica, la persona continúe su propio desarrollo personal sin ayuda externa.

   

   

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