domingo, 29 de diciembre de 2013

Entrevista a Louise Fréchette




Louise Fréchette es psicóloga.
CBT (Certified Bioenergetic Therapist).
Ejerce su actividad en Montreal, Canadá.
Es formadora del International Institute for Bioenergetic Analysis (IIBA), impartiendo formación en la actualidad en Europa, Canadá y Nueva Zelanda.





Ángeles Delgado: Al igual que otros formadores a los que he entrevistado para este blog, fuiste alumna de Lowen. Me gustaría que tú también nos digas qué fue lo que más te impactó de esa enseñanza y por qué la elegiste.

Louise Fréchette: Sí, fui alumna de Lowen. Empecé la formación en Análisis Bioenergético en 1976, con Denis Royer que fue la persona que trajo el A.B. a Montreal, donde vivo y practico como psicóloga. Pronto estuve en contacto con Lowen porque Denis le invitaba a hacer algunos talleres de formación con nosotros, alumnos Quebequenses. También hice talleres con Lowen en Estados Unidos durante mi formación y después. El Análisis Bioenergético estaba en pleno desarrollo en aquélla época.

Lo que me atrajo fue la importancia del anclaje de la experiencia emocional en el cuerpo. Me había formado durante varios años en Psicosíntesis, una forma de terapia que todavía considero muy valiosa, pero me faltaba conectarme con la realidad de mis sensaciones corporales para “encarnar”, por así decirlo, mi experiencia emocional. También quería encontrar aspectos de mí misma que hasta ese momento no me había atrevido a contactar. El camino del trabajo corporal me pareció entonces como una “via regia” para acceder a partes de mi experiencia que aun no había tocado.

Las enseñanzas de Lowen me impactaron sobre todo por la fe inquebrantable que él tenía en el poder sanador de la entrega a la corriente de energía vital en el cuerpo, lo que permite abrirse a una expresión emocional libre y entera. Lowen solía explicar que cuando una persona se corta un dedo, por ejemplo, no hace falta que esa persona piense cómo curarlo. El cuerpo en su sabiduría lo sabe todo y lo único que tenemos que hacer es o interferir con los procesos somáticos naturales.

Lowen, como paciente y discípulo de Wilhem Reich, había comprendido que lo emocional y lo somático están ligados estrechamente y que las emociones reprimidas o disociadas impactan nuestro organismo a nivel somático, creando bloqueos y cortes en el cuerpo que impiden y/o reducen la circulación de la energía vital en el organismo.

Lo que siempre me impactaba mucho era ver a Lowen trabajar con varias personas durante los talleres de formación y captar muy rápidamente, solamente mirando el cuerpo, cuál era el problema de la persona a nivel existencial, y por dónde llevarla para acceder a niveles de experiencias más profundas, nucleares. Él lo hacía con intervenciones muy sencillas como invitar a la persona a abrir su respiración o a sentir ciertas tensiones crónicas en su cuerpo a través de algunas posturas que hacían resaltar estas tensiones. En poco tiempo, la persona contactaba con emociones intensas, podía expresarlas, y en seguida, experimentaba tanto un sentimiento de liberación a nivel emocional como un grado relajación importante a nivel corporal.

A. D.: Tal como se trabaja hoy en día, ¿qué caracteriza al A. B. y qué lo diferencia de otros enfoques?

L. F.: El Análisis bioenergético ofrece la posibilidad única de trabajar un problema particular tomando en cuanta la persona entera: cuerpo, emociones, mente. Es verdad que hay otras formas de psicoterapia que prestan atención al cuerpo tanto como a las emociones y a los pensamientos, pero lo hacen la mayoría del tiempo solo hablando del cuerpo.

En cambio, en el A. B. no sólo se habla de lo que está pasando en el cuerpo, sino que más bien se lo considera una fuente de información primordial para comprender el problema de una persona, dado que para el analista bioenergético, el cuerpo “cuenta una historia”: la historia de cómo una persona tuvo que elaborar un sistema defensivo para sobrevivir. El cuerpo, que “cuenta una historia”, nos enseña contra qué tipo de emociones o de experiencias dolorosas la persona ha tenido que defenderse, y cómo lo ha hecho.

Luego, con esta comprensión, el analista bioenergético propone posturas y/o ejercicios concretos para ayudar a las personas a ablandar sus tensiones crónicas y conectar con su vivencia corporal (sensaciones) y emocional (emociones) para recuperar un grado de expresividad y de vitalidad que ha sido reducido por el impacto restrictivo de los mecanismos de defensa tanto a nivel emocional como a nivel corporal (tensiones, bloqueo, cortes).

Por su enfoque sobre el conjunto cuerpo/emociones/mente y su capacidad de movilizar activamente a la persona en todos estos niveles durante el proceso terapéutico, el análisis Bioenergético se distingue de otras formas de psicoterapia.

A. D.: Sabemos que desde sus comienzos hasta hoy el Análisis Bioenergético ha cambiado tu mucho. Incluso se cuestionan aspectos teóricos y técnicos de Lowen. ¿Cómo lo ves tú?

L. F.: Sí, la manera de practicar el Análisis Bioenergético ha evolucionado desde el principio. En los años 70, Lowen solía trabajar de manera más directa e incluso más confrontativa, yendo rápidamente a los bloqueos, lo que habitualmente daba como resultado un trabajo intenso y catártico para la persona. Este tipo de trabajo, por un lado, la mayoría de las veces era liberador para la persona, pero por otro lado, a veces necesitaba tiempo para “digerir” la experiencia. Con los años, Lowen suavizó su manera de trabajar y prestaba más atención al vínculo y al ritmo del proceso de la persona, pero su enfoque siempre fue sobre cómo ablandar la coraza muscular de una persona para ayudarla a conectar con sus emociones profundas y con la corriente de energía vital del cuerpo.

En los años noventa y dos mil, vario terapeutas bioenergéticos, formadores miembros de la facultad Internacional de Análisis Bioenergético, empezaron a poner el énfasis sobre el tema de la vinculación del proceso terapéutico, y a escribir y enseñar integrando este tema a los conceptos básicos elaborados por Lowen.

En los últimos años, estamos integrando al Análisis Bioenergético conceptos y prácticas derivados de corrientes mayores en el campo de la psicología como las neurociencias, la psicología de Self, las teorías del apego,…

A. D.: Háblanos de IIAB. ¿En qué partes del mundo se imparte formación en la actualidad? ¿Cómo es esa formación? ¿Qué otras actividades desarrolla?

L. F.: Hay Sociedades de Análisis Bioenergético por casi todo el mundo. Varias están ya bien establecidas en América del Norte (Estados Unidos, Canadá), América de Sur (Brasil, Argentina), tanto como en Europa (España, Portugal, Francia, Bélgica, Alemania, Holanda), Oriente Medio (Israel) y Oceanía (Nueva Zelanda). Todas estas sociedades forman parte del Instituto Internacional de Análisis Bioenergético, fundado originariamente por Lowen.

Estos días, también se están desarrollando grupitos de profesionales interesados en formarse en Rusia y en China.

Además de su pertenencia al Instituto Internacional, las varias sociedades se agrupan geográficamente en tres Federaciones: la Federación Europea, La Federación Norteamericana (incluyendo la de Nueva Zelanda) y la Federación Sudamericana.

Básicmente, la formación de Análisis Bioenergético está constituida por tres componentes igualmente importantes:

- 5 años de formación en grupo (20 días por año). Los tres primeros años son “pre-clínicos”, donde se aprenden los conceptos fundamentales del Análisis Bioenergético. Los dos últimos son años “clínicos”, donde los estudiantes aprenden a integrar todo lo aprendido durante los tres primeros años y desarrollan sus habilidades para hacer intervenciones psicoterapéuticas como analistas bioenergéticos.

- 140 horas de terapia individual en Análisis Bioenergético con un/a terapeuta certificado/a. Se recomienda hacer las horas de terapia al principio de la formación o, mejor aun, empezarlas antes del comienzo de la formación, para poder tener un conocimiento vivencial de lo que representa este tipo de terapia.

- 50 horas de supervisión individual (sesiones con clientes reales), que se hacen durante los dos últimos años de formación.

Estos requisitos son mínimos y una vez cumplidos, los estudiantes deben presentarse a una evaluación final para obtener el título de CBT (Certified Bioenergetic Therapist).

Es una formación larga y exigente porque sabemos que las técnicas que usamos son potentes y queremos asegurarnos que los terapeutas certificados practican con un alto grado tanto de competencia como de ética.

Además de la formación, hay varias actividades de desarrollo profesional para los miembros certificados. El Instituto Internacional organiza cada dos años un congreso internacional. También organiza cada uno o dos años un Profesional Development Workshop (taller de desarrollo profesional avanzado). Tanto el congreso internacional como el PDW tienen lugar alternativamente en Europa, América de Sur, América de Norte.

Además, las distintas Sociedades organizan actividades de desarrollo profesional según las demandas y las necesidades de sus miembros.

domingo, 15 de diciembre de 2013

El miedo al dolor y su relación con la pérdida del amor.

                                             
José Luis Moreno Campos
Psicólogo y Psicoterapeuta en Análisis Bioenergético.
Supervisor.
Miembro del Instituto Internacional de Análisis Bioenergético
Trabaja en Sevilla desde 1989
Más información en www.mentecuerpo.es
  
 
Una de las cosas más difíciles de abordar en cualquier tipo de psicoterapia que quiera profundizar en las raíces del malestar o del sufrimiento de la persona que acude en busca de ayuda es el tema del dolor.
Si hablamos de dolor tenemos que hablar inmediatamente del miedo, porque las personas que acuden a terapia podemos decir que en una gran mayoría tiene miedo al dolor, sea más emocional o más psicológico, es lo mismo. Dolor y miedo están íntimamente relacionados.
Pero ¿por qué le tenemos tanto miedo al dolor?
Si consideramos que el dolor no se debe a un acontecimiento presente sino a un dolor originado en nuestro pasado más remoto, principalmente la infancia,   podemos entender que cuando se originó el dolor éramos niños/as o bebés y por lo tanto, fue la etapa de nuestro desarrollo cuando nos sentimos más vulnerables, indefensos o impotentes para hacer frente a las agresiones que sufrimos, sea por experiencias de abandono,  rechazo, utilización, humillación, maltrato, etc. Por este motivo, los sentimientos de vulnerabilidad, indefensión, desesperación, impotencia, desesperanza, soledad, vacío, etc. también aparecen cuando el dolor profundo empieza a poder abrirse y a expresarse.
Cuando observamos esto, comprendemos más porqué la persona le tiene miedo al dolor, y es porque  se tuvo que proteger y defender de que no le volviera a ocurrir lo mismo. La persona se mantiene en estado de contracción, porque el miedo al dolor es un estado de contracción y de actitud cerrada. Aunque uno no sea consciente, no se quiere volver a pasar por la misma vulnerabilidad por la que pasó, y por este motivo también la persona  mantiene activa una “actitud de control” en su vida presente y en su realidad actual para que eso no vuelva a ocurrir y que nada de lo que teme profundamente pueda “resonar” con lo que está bajo la conciencia.  Por este motivo controlará,  que en la interacción con los otros no le lleguen o le reboten los sentimientos que teme o que puedan surgir desde su propio mundo interior. Por ejemplo, puede ser que la persona que tiene dificultades con sentir su tristeza, se proteja de situaciones que le hagan contactar y “resonar” con su propia tristeza, que ha quedado bajo la conciencia porque ha vivido algo muy doloroso con situaciones de pérdida. A menudo, es una situación imprevista como una separación, un conflicto con alguna persona, o que una situación estresante rebasa ciertos límites, para que esos mecanismos de control se debiliten, y entonces el dolor y los sentimientos asociados a ese dolor pueden aflorar de alguna forma inesperada.
Pero si profundizamos más, y entendemos que ese miedo al dolor, tiene que ver a su vez, con la pérdida de conexión con el amor, todavía entendemos más ese miedo. No hay mayor dolor que la pérdida de conexión con el amor, que no es otra que con las personas que necesitábamos que nos quisieran y que, por un motivo u otro, nos rechazaron, nos abandonaron, sin que ellos supieran el daño tan grande que nos causaron. La pérdida de conexión con el amor para un niño/a es la pérdida de conexión con la vida y con el mundo, pero como es imposible vivir sin eso, es cuando aparece el esfuerzo y la voluntad para mantener esa conexión en forma adaptativa y tratando de hacer lo que se espera de nosotros con tal de que nos quieran.  
Cuando comprendemos la importancia que tiene el dolor y el miedo al dolor con la pérdida de conexión con el amor, necesitamos como terapeutas ser muy cuidadosos y sensibles para poder facilitar un lugar seguro al paciente que le permita abrir ese dolor dentro de una relación de seguridad y confianza que pueda recibir y comprender lo que en su momento no pudo ser posible. Es de este modo, que se puede establecer una conexión nueva, una experiencia afectiva y relacional que faltó en el pasado y que se puede establecer en el presente. Esta conexión nueva, facilita que el viejo patrón de relación sustentado en el control y el miedo se empiece a relajar y a soltar.
Cuando el dolor empieza a poder expresarse y ser acogido y contenido en la relación terapéutica, empieza la curación. Ese espacio interior de contracción, de retirada, que tiene que ver con la retirada del anhelo de contacto y de la  búsqueda del amor, empieza a poder relajarse, y el movimiento de ir hacia el mundo, se restablece. Debajo del dolor, está el anhelo de contacto, al relajar y comprender el dolor, el anhelo de contacto se puede abrir paso de nuevo. La persona puede de nuevo abrirse a buscar el contacto que necesita pero desde su necesidad presente y adulta. Esa necesidad no es otra que buscar el amor que siente hacia las personas cercanas a él, y recuperar el amor hacia sí mismo que se perdió entonces.


   

sábado, 30 de noviembre de 2013

10 preguntas, 10 respuestas

     Aquí van diez preguntas que me hacen con frecuencia.

  

-         ¿Qué se puede hacer para controlar la ansiedad? 
-         Por un lado, reconocer y comprender sus causas, para poder hacer los cambios necesarios. Por el otro, aprender a descargar el exceso de tensión y stress que se va acumulando en el organismo, tanto en el ámbito físico, como emocional y mental. 

-         ¿Por qué algunas veces, sabiendo lo que tengo que hacer para sentirme mejor, no lo hago? 
-         Seguramente, porque no has experimentado ese otro tipo de comportamiento (o no lo has experimentado el tiempo suficiente) y necesitas “aprenderlo”. La psicoterapia te puede ayudar a desarrollar nuevas formas de comportamiento y de expresión, y a ser consciente de emociones que han estado reprimidas. Esto amplía tus posibilidades para actuar de forma diferente a la habitual. 

-         ¿Es normal sentirse triste? 
-   Sí, es una emoción normal y una manera natural de sentirnos ante algunas experiencias, tanto externas como internas. El problema viene cuando casi siempre nos sentimos tristes. Entonces lo que ocurre posiblemente es que el nivel de energía del organismo está muy bajo y necesitamos aumentarlo. A esto se puede unir que la alegría y el placer estén reprimidos y haya que liberarlos. 

-       ¿Cómo puedo sentir más energía y vitalidad, más ganas de trabajar y disfrutar de la vida? 
-     Primero, cambiando algunas cosas en tu vida, en la medida de lo posible, que te pueden estar desgastando demasiado. Luego, haciendo algunos ejercicios que te ayuden a liberar tensiones y a conectar con tu fuerza interior y alegría de vivir. Las terapias psico-corporales te pueden ayudar en este sentido, porque a través de la disolución de los bloqueos de tu energía, puedes descubrir muchos recursos personales que tienes ocultos.

-         Tiendo a sentirme inferior a los demás, ¿cómo puedo salir de esto? 
-         El origen del sentimiento de inferioridad suele estar en la imagen que nos hicimos de nosotros mismos en la infancia y la adolescencia, fuera consciente o inconscientemente. Pero también se fomenta socialmente, inculcándonos que deberíamos cumplir con unos ideales. Esos ideales casi nunca se alcanzan, claro, y nos sentimos “defectuosos”. Necesitamos conectarnos con nuestro verdadero potencial, nuestras verdaderas inclinaciones y necesidades para buscar la manera de realizarnos. 

-         Muchas veces tengo pensamientos obsesivos. Se repiten constantemente y son un tormento. ¿Esto se puede solucionar? 
-      Sí, por supuesto. Se suele dar en personas que piensan mucho, pero sienten y actúan poco. Como no son muy conscientes de lo que sienten, les cuesta saber qué hacer. Entonces se quedan dando vueltas a la cabeza, intentando resolver las cosas sólo con el pensamiento. Necesitan ser más conscientes de lo que sienten. En este caso ayuda mucho una terapia que no sólo atienda a los procesos mentales, sino también y sobre todo a las emociones y las sensaciones.

-         Entonces, ¿pensar no es bueno? 
-   Todo lo contrario. Reflexionar es bueno y necesario para comprender muchos aspectos de una situación o conflicto. Nos ayuda a tomar el camino más adecuado. Lo que no resulta tan positivo es dar vueltas siempre a lo mismo, sin abrir nuevas posibilidades de acción. De esa manera nos vamos desvitalizando. Necesitamos movilizarnos, entrar en contacto también con las emociones y los impulsos e integrar todo eso. 

-       ¿Puedo practicar ejercicios psico-corporales en casa? 
-      Por supuesto. Siempre y cuando los aprendas con alguien con mucha experiencia, que te ayude a conocer mejor tu mundo interno y así puedas manejar las emociones que aparezcan. 

-         ¿Podemos controlar las emociones? 
-       Digamos mejor que podemos aprender a contenerlas y tolerarlas. Cuando decimos controlar parece que nos referimos a decidir si sentir o no una emoción. Eso no es posible. Las emociones, como los impulsos, “son”. No están bien ni mal. Ahora bien, cuando no las toleramos, es decir no soportamos su vivencia, tendemos a descargarlas sin mucha conciencia de lo que hacemos, a no poder contenerlas, y ahí es donde se vuelven peligrosas. Por tanto, cuanto más intentamos controlarlas, menos capaces seremos de manejarlas. La psicoterapia que incluye al cuerpo nos enseña a tolerar la intensidad de las emociones sin tener que descargarla necesariamente, sino decidir cuándo y cómo hacerlo. Esto último es la contención, que no el control. 

-         ¿Es posible hacer terapia psico-corporal con los niños?
-         El bienestar psicológico de los niños depende en su mayor parte de la situación familiar en que estén inmersos. Por tanto, aunque sí se pueden aplicar técnicas corporales a los niños, adaptadas a ellos, e s imprescindible hacer algún tipo de trabajo con los padres. Se trata de orientarles en maneras de actuar y de manejarse en la vida familiar que convengan más al niño o la niña. Así vamos más al origen del problema y no sólo al síntoma.

domingo, 27 de octubre de 2013

Grupo de bioenergética y psicodrama



Suelo llevar este grupo un sábado por la mañana al mes, con una duración de cuatro horas. Asisten algunas personas que demandaban de entrada terapia en grupo, generalmente después de un trabajo individual; pero la mayoría de asistentes combinan el grupo con las sesiones individuales, ya que se complementan. En un grupo se pueden movilizar aspectos que a veces salen a la superficie con más facilidad en la interacción con otras personas que tengan temas parecidos, además de con el terapeuta.
Los grupos que dirijo duran varios años, aunque vayan cambiando algunos  participantes. Cuando una persona decide que ya ha terminado su proceso, propongo a otra que le sustituya. Algunos se quedan un tiempo en el grupo, aunque hayan alcanzado en gran medida los objetivos iniciales de su trabajo personal, bien porque son conscientes de nuevos temas o bien porque desean seguir explorando aspectos de sí mismos que les lleven a desarrollar más recursos personales. Como ya sabemos, la terapia, si se trabaja con cierto nivel de profundidad, no termina nunca; lo que pasa es que cada persona decide cuándo ha llegado el momento de continuar su camino sola. Algunos deciden ser guiados por alguien durante más tiempo, y un grupo mensual es una buena opción. No es un compromiso demasiado exigente y, si uno ha trabajado ya los aspectos esenciales de su carácter, puede sacarle mucho partido.
Cuando un grupo de este tipo lleva mucho tiempo funcionando, se da una gran confianza entre los participantes; esto les anima a ahondar más en aspectos difíciles de su psiquismo o su historia personal.

Generalmente divido la sesión en dos partes, que a veces se solapan: en la primera, abrimos un espacio para compartir lo ocurrido desde el último encuentro, en cuanto a los temas que se están trabajando y definir en la medida de lo posible lo que se quiere explorar en la sesión. Termina esta parte con una secuencia de ejercicios bioenergéticos. Con ellos, trabajamos en profundizar la respiración, liberar tensiones, recuperar la circulación energética del organismo a través de la vibración y la expresión de emociones… Esto prepara para aflojar las resistencias que solemos tener a entrar en contacto con aspectos reprimidos en nosotros mismos y ayuda a profundizar más en la segunda parte de la sesión.
En la segunda parte, después de una pausa, damos la oportunidad a que dos, a veces tres personas, dramaticen una o dos escenas relacionadas con el tema que traen para trabajar. Generalmente, entre las posibles escenas, elegimos una actual y otra de la historia infantil, que estén relacionadas. Así se puede elaborar con más comprensión y dar más sentido a la trayectoria vital de cada uno.

domingo, 13 de octubre de 2013

Entrevista a Guy Tonella




Guy Tonella es Doctor en Psicología y Psicoterapeuta.
Co-Director del Colegio Francés de Análisis Bioenergético.
Miembro de la Faculté de l´International Institute for Bioenergetic Analysis (IIBA) - Zurich, Suiza.
Miembro titular Didáctico del Syndicat National des Practiciens en Psycothérapie - Paris.


(Entrevista realizada en julio de 2013)




Ángeles Delgado: ¿Podrías explicarnos por qué elegiste el Análisis Bioenergético entre otros enfoques en psicoterapia?
Guy Tonella: Cuando ya me había formado en Psicoanálisis y había empezado a ejercer en esa dirección, aún conservaba el sentimiento de que el cuerpo (las sensaciones, las emociones) estaba demasiado ausente. Descubrí por casualidad el Análisis Bioenergético cuando hice un grupo terapéutico de cinco días en Bordeau con Alexander Lowen. Eso fue para mí una revelación: este enfoque era holístico y los cambios implicaban el Sí mismo (cuerpo y psique) en su conjunto. Entonces decidí ir a Nueva York a hacer mi terapia de Análisis Bioenergético con Lowen, además de mi formación de analista bioenergético. Pienso que esta práctica y su enfoque teórico es la más completa que hay; eso me ha hecho escogerla hace 35 años. Mi pasión se mantiene intacta.

A. D.: Como formador de IIBA, ¿en qué piensas que ha cambiado la formación desde que la inició Lowen hasta la actualidad?
G. T.: La formación ha integrado la transmisión teórica, que era demasiado pobre en otro tiempo: la formación era esencialmente experiencial. La exigencia europea la ha hecho evolucionar hacia un mayor reparto entre las enseñanzas teórica, clínica y técnica. La formación se ha enriquecido también con nuevos aportes como la teoría del apego y las teorías que conciernen a la regulación neurobiológica.

A. D.: Tengo entendido que estás muy interesado en la investigación en neurociencia. ¿Qué aporta ésta al A.B.?
G. T.: ¡Es verdad! Las neurociencias hoy me parecen fundamentales ya que nos dan informaciones preciosas sobre el funcionamiento del organismo, especialmente en el nivel de la relación entre el cuerpo, el cerebro y el ambiente. Podemos confrontar estas informaciones con nuestras “creencias” terapéuticas y, eventualmente, modificar nuestras prácticas o enriquecerlas. Nuestras convicciones clínicas hoy pueden ser confrontadas con las dadas por las neurociencias: esto ofrece un mestizaje muy interesante entre lo objetivo y lo subjetivo.

A. D.: Lowen desarrolló este enfoque psicoterapéutico, pero él, a su vez, dio sus primeros pasos con Reich. ¿Cuál es la aportación principal de cada uno a esta forma de trabajo?
G. T.: La aportación esencial de Reich fue volver a articular cuerpo y psique y mostrar que los mismos fenómenos energéticos sostienen esas dos estructuras del Sí mismo.Él ha demostrado que el proceso terapéutico sólo podía ser transformador si se remitía simultáneamente al cuerpo y al psiquismo.
Pienso que las aportaciones esenciales de Lowen conciernen al "groundindg" y al trabajo de pie y en movimiento. También ha vuelto a unir las técnicas "tendidos sobre el diván" y las técnicas "enraizados en el suelo", permitiendo un enfoque psicoterapéutico más realista.

A.D.: ¿Nos puedes hablar brevemente de qué es la teoría del apego y cómo encaja en el Análisis Bioenergético?
G. T.: La integración de la teoría del apego en el seno del enfoque bioenergético ha permitido resituar el conjunto de las experiencias "individuales" en el seno de la relación terapéutica. Esto es coherente: los problemas que han nacido de la relación sólo pueden resolverse en ella. Por tanto, la terapia bioenergética se ha vuelto progresivamente una terapia interactiva.
Esta integración de la teoría del apego le da un color diferente a la práctica psicoterapéutica, especialmente en el nivel del estilo relacional. La relación analítica y la relación transferencial, clásicas en Freud, Reich y Lowen, en lo sucesivo deben cohabitar con la relación intersubjetiva.

viernes, 11 de octubre de 2013

Taller de bioenergética

 



El próximo sábado 19 de octubre habrá taller de bioenergética en el Centro Sociocultural Sun, en la Avenida Lucas Vega, nº 63, en La Laguna.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Ejercicios de bioenergética


Llevo años realizando ejercicios de bioenergética en el contexto de la terapia individual y en la terapia en grupo. Desde hace un tiempo los estoy trabajando en un taller mensual dedicado exclusivamente a practicar los ejercicios.
El taller está indicado tanto para personas que necesitan movilizarse energética y emocionalmente  en combinación con su terapia, como a las que desean movilizar más energía y tener mayor contacto con sus emociones, aunque no tengan conciencia de grandes conflictos en su vida.
Los ejercicios ayudan sobre todo a desbloquear energéticamente zonas con tensiones musculares crónicas, obtener una mayor carga y que ésta circule más libremente por todo el cuerpo. Esto se traduce en mayor vitalidad y contacto con las sensaciones y emociones y a recuperar el estado vibratorio natural del cuerpo.
Todo esto por un lado nos abre al placer y por otro nos ayuda a estar más en contacto con nuestras  sensaciones y emociones (ya sean agradables o desagradables) y a liberarlas si están retenidas.
No soy partidaria de fomentar grandes explosiones emocionales en los talleres, ya que, aunque son espectaculares, generalmente no sirven para nada e incluso pueden hacer daño si la persona vive una intensidad para la que no está preparada. Esto puede conseguir que se bloquee aun más si el miedo la paraliza. Es preferible ir poco a poco, experimentando sensaciones y emociones que puedan ser asimiladas e integradas por nuestro psiquismo.
Suelo alentar a los participantes a hacer los ejercicios en casa, tomando la precaución de no llegar al aturdimiento o la confusión. Este aspecto está muy bien explicado en Alexander y Leslie Lowen: Ejercicios de bioenergética. Editorial Sirio, S. A.
Recomiendo este libro a las personas interesadas. Incluye muchos ejercicios clásicos de bioenergética y explica cómo realizarlos, aunque, como indica el mismo Lowen, conviene comenzar a practicarlos con asesoramiento por alguien con experiencia en bioenergética.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Entrevista a Denis Royer (II)

Seguimos transcribiendo la entrevista con Denis Royer realizada en abril 2013. En la primera parte, encontrará información sobre su recorrido profesional.




Ángeles Delgado: - Participaste en el primer grupo de formación que impartió Lowen. Háblanos un poco de esa experiencia.

Denis Royer: - En el primer grupo de formación yo era uno de los profesionales más jóvenes. El entusiasmo era general. Se trataba de aprender trabajando sobre uno mismo, sobre todo, viviendo la experiencia. Para comprender bien esto, hace falta recordar que en los años 70 soplaba un fuerte viento anti-intelectualista en América del Norte. Se necesitaba vivir, sentir. Las exposiciones teóricas sólo ocupaban un pequeño lugar en los seminarios de formación. Las lecturas se debían hacer fuera de los encuentros. Había mucha enseñanza clínica para la demostración. Estaba interesado en el lenguaje no-verbal desde mucho tiempo antes; había encontrado allí el enfoque que me permitía profundizar la comprensión del cuerpo como medio de expresión de uno mismo. Se trabajaba con un alto nivel de sensaciones, de emociones. Estaba muy impresionado por la aptitud de algunos para captar lo esencial de una persona y de sus apuestas existenciales a partir de la lectura del cuerpo. Lowen tenía un carisma excepcional, una vitalidad que arrastraba, y un ojo clínico impresionante. Él creía profundamente en los postulados del Análisis Bioenergético que subraya en qué medida la cantidad de energía de que dispone una persona es un factor central de la salud física y mental. Consecuentemente, trabajaba ardientemente para aumentar y mantener la energía en el paciente durante una sesión de trabajo. No tenía ninguna tolerancia para las racionalizaciones, las explicaciones, las justificaciones, todo lo que estaba ya bien estructurado en la cabeza del paciente. Era un hombre muy brillante y muy vivo. Como había terminado con brillo los estudios de derecho, no servía de nada medirse con él en discusiones. Sabía manejar el lenguaje verbal y sabía a la vez cómo éste puede engañar.



A.D.: - ¿Para qué tipo de personas está más indicado el A.B.?

D.R.: - Las personas que tienen una estructura defensiva caracterológica de tipo esquizoide (tal como está descrito por Lowen en Betrayal of the Body) son los que responden mejor a esta aproximación terapéutica según mi experiencia profesional. Para estas personas que se han convertido en extrañas a todo lo que no es razón y esfuerzo de voluntad, el Análisis Bioenergético les abre las puertas a una aventura increíble al descubrimiento de ellas mismas. He visto también a muchas personas que han vivido traumatismos ocurridos en su pasado (abuso sexual, violación, tortura) beneficiarse de la apertura que da el análisis bioenergético a la diversidad infinita de reacciones corporales. Esta apertura ha permitido al terapeuta y al paciente construir trozo a trozo el rompecabezas de reacciones corporales incomprensibles para la medicina y para el común de los mortales.



A.D. : - Podrías hablar de experiencias que te han impactado como CBT?

D.R. : - El Análisis Bioenergético me ha permitido aprender mucho sobre la profundidad de los dramas humanos, sobre lo trágico de las heridas que dificultan a las personas durante la vida. Es también en este contexto que he descubierto cuánto habrá marcado la adolescencia a los adultos y cuánto los adultos han alejado de la consciencia sus experiencias adolescentes. Estos años de experiencia también me han abierto los ojos obre la amplitud de las diferencias individuales.   

domingo, 1 de septiembre de 2013

Entrevista a Denis Royer (I)


Denis Royer inicia su práctica como psicólogo clínico en 1966.
Ha hecho formación en práctica de psicoterapia de Carl Rogers.
Formado como monitor en terapias grupales.
Ha impartido cursos de psicología en dos universidades de Quebec.
Formación en análisis bioenergético.
El Dr. Lowen le reconoció como miembro del colegio de formadores del IIBA (International Institute for Bioenergetic Analysis) en 1980.
Co-autor de dos volúmenes sobre terapia de grupo.
Ha publicado varios artículos en la revista de IIBA.



ENTREVISTA (abril 2013)


Ángeles Delgado: - Denis, ¿podrías definir lo que es el Análisis Bioenergético de forma que lo pueda entender alguien que no es profesional de la psicología?



Denis Royer: - El Análisis Bioenergético es un enfoque terapéutico que busca comprender al individuo concediendo tanta importancia a todo lo que expresa involuntariamente una persona a través de su cuerpo como a lo que expresa por el lenguaje verbal. A través de la manera de colocarse, de mover las manos, los pies; a través del cambio de tono, de expresiones en el rostro; a través del ritmo respiratorio y sus variaciones mientras uno habla o guarda silencio, a través de esas manifestaciones no verbales una persona expresa lo que ella es, sus diversas facetas. Comparándolo con otros enfoques terapéuticos, se califica a menudo al Análisis Bioenergético como un enfoque corporal porque le devuelve al cuerpo el lugar que le corresponde. Se busca conocer a la persona y conocer sus problemas escuchando lo que nos comunica a través de todo sonido no-verbal tanto como con lo que nos comunica verbalmente. O a menudo las luchas internas de una persona se manifiestan como un desajuste entre lo que se dice verbalmente, a partir de lo que está en el campo de la conciencia y lo que se expresa en lo no-verbal. Esas son manifestaciones de la ruptura de la unidad cuerpo-espíritu en una persona y eso afecta a su grado de vitalidad.



A. D.: - ¿Qué diferencia el A. B. de otros enfoques?



D. R.: - Otras formas de psicoterapia pueden conceder cierta importancia a diversas manifestaciones no verbales pero el lenguaje verbal sigue siendo lo esencial de lo que se retiene. No implican directamente al cuerpo por los movimientos, ejercicios, contactos físicos, como un arsenal de herramientas valiosas para aumentar el conocimiento y la posesión de sí. En una sesión de Análisis Bioenergético se puede pasar de la posición sentado, a estar de pie, después acostado, emprender un movimiento: el paciente es invitado a experimentar activamente, a conocerse mejor en acción, en interacción con el psicoterapeuta. Se trata de conocerse concediendo el tiempo, el espacio a las sensaciones corporales, a las emociones, los sentimientos, todo buscando re-enraizar la palabra en lo que es realmente experimentado.


En la próxima entrada saldrá la segunda parte de la entrevista con Denis Royer.