Seguimos transcribiendo la entrevista con Denis Royer realizada en abril 2013. En la primera parte, encontrará información sobre su recorrido profesional.
Ángeles Delgado: - Participaste en el primer grupo de formación que impartió
Lowen. Háblanos un poco de esa experiencia.
Denis Royer: - En el primer grupo de formación yo era uno de los profesionales
más jóvenes. El entusiasmo era general. Se trataba de aprender trabajando sobre
uno mismo, sobre todo, viviendo la experiencia. Para comprender bien esto, hace
falta recordar que en los años 70 soplaba un fuerte viento anti-intelectualista
en América del Norte. Se necesitaba vivir, sentir. Las exposiciones teóricas
sólo ocupaban un pequeño lugar en los seminarios de formación. Las lecturas se
debían hacer fuera de los encuentros. Había mucha enseñanza clínica para la
demostración. Estaba interesado en el lenguaje no-verbal desde mucho tiempo
antes; había encontrado allí el enfoque que me permitía profundizar la
comprensión del cuerpo como medio de expresión de uno mismo. Se trabajaba con
un alto nivel de sensaciones, de emociones. Estaba muy impresionado por la
aptitud de algunos para captar lo esencial de una persona y de sus apuestas
existenciales a partir de la lectura del cuerpo. Lowen tenía un carisma
excepcional, una vitalidad que arrastraba, y un ojo clínico impresionante. Él
creía profundamente en los postulados del Análisis Bioenergético que subraya en
qué medida la cantidad de energía de que dispone una persona es un factor
central de la salud física y mental. Consecuentemente, trabajaba ardientemente
para aumentar y mantener la energía en el paciente durante una sesión de
trabajo. No tenía ninguna tolerancia para las racionalizaciones, las
explicaciones, las justificaciones, todo lo que estaba ya bien estructurado en
la cabeza del paciente. Era un hombre muy brillante y muy vivo. Como había
terminado con brillo los estudios de derecho, no servía de nada medirse con él
en discusiones. Sabía manejar el lenguaje verbal y sabía a la vez cómo éste
puede engañar.
A.D.: - ¿Para qué tipo de personas está más indicado el A.B.?
D.R.: - Las personas que tienen una estructura defensiva
caracterológica de tipo esquizoide (tal como está descrito por Lowen en Betrayal of the Body) son los que
responden mejor a esta aproximación terapéutica según mi experiencia
profesional. Para estas personas que se han convertido en extrañas a todo lo
que no es razón y esfuerzo de voluntad, el Análisis Bioenergético les abre las
puertas a una aventura increíble al descubrimiento de ellas mismas. He visto
también a muchas personas que han vivido traumatismos ocurridos en su pasado (abuso
sexual, violación, tortura) beneficiarse de la apertura que da el análisis
bioenergético a la diversidad infinita de reacciones corporales. Esta apertura
ha permitido al terapeuta y al paciente construir trozo a trozo el rompecabezas
de reacciones corporales incomprensibles para la medicina y para el común de
los mortales.
A.D. : - Podrías hablar de experiencias que te han impactado como CBT?
D.R. : - El Análisis Bioenergético me ha permitido aprender mucho sobre
la profundidad de los dramas humanos, sobre lo trágico de las heridas que
dificultan a las personas durante la vida. Es también en este contexto que he
descubierto cuánto habrá marcado la adolescencia a los adultos y cuánto los
adultos han alejado de la consciencia sus experiencias adolescentes. Estos años
de experiencia también me han abierto los ojos obre la amplitud de las
diferencias individuales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario